Desde hace unos días con mis amigas no paramos de burlarnos de cómo éramos cuando empezamos la adolescencia, nos reímos de las cosas que hacíamos entre los 12 y 14 años afirmando que éramos"patéticas".
Ahora, reflexionando, no sé si "patética" sea la palabra adecuada para auto-nombrarme, la verdad que esa "yo" de hace seis años era auténtica, no le tenía tanto miedo al qué dirán, no le importaba poner lo que realmente le gustaba o interesaba en una página, vestirse como le daba la gana, decir lo que pensaba y hacer lo que quería (obviamente siempre respetando a las personas que tenía al lado). La verdad que recién ahora puedo darme cuenta de eso, esa chica "patética" era mucho más feliz, más despreocupada que la chica "seria" que muestro en este momento.
¿Por qué vivimos en una censura constante? No sé efectivamente hasta que punto las personas nos censuran. Muchas veces entiendo que soy yo la que dejé de hacer algunas cosas solo por lo que otras persona decían o juzgaban; el hecho de dejarlo por el "qué dirán" fue una simple excusa, nadie me obligó a cambiar, yo sola me obligué.
Lamentablemente muchas personas hacemos esto, más allá de que hay que gente que te va a aceptar tal cual sos siempre, hay mucha otra que no, pero ¿Realmente vale la pena cambiar por esos otros? ¿Cuál es la necesidad de buscar la aprobación en ojos ajenos? ¿Por qué explicar lo que me gusta? ¿Por qué explicar lo que no me gusta?
No siempre por haber crecido, uno maduró, creo que a veces crecer te hace involucionar, en algún punto.
-------------------------------------------º--------------------------------------------
Día 36 - Una foto de su mascota.
Pancha, Allegra y Dunkel
(Hay que tratar de sacarle una foto a estos tres)