Pasivos, ocultos, negados, cobardes. No cosechamos porque tampoco plantamos nada. Nos movemos solo para respirar. ¿De qué sirve respirar si no hay acción verdadera?
Brillemos un rato, dejemos la estaticidad que eso no siempre es sinónimo de estabilidad. Confundimos el no movernos, el no arriesgarnos, con estar estables y no perder nada. Pero se pierde la vida viviendo estáticamente. En realidad siempre se pierde la vida viviendo, aunque suene raro, pero se gana momentos cuando nos animamos a movernos, podemos equivocarnos, podemos fallar, podemos solucionar, podemos ser felices, podemos llegar a tantas cosas en vez de anhelarlas desde la quietud.
Movilizar la forma de vivir para encontrar cosas en donde realmente valga la pena quedarse estable temporalmente.
Dejar de confundir estabilidad con inmovilidad que se pierde más estando inmóvil que buscando una comodidad verdadera.