Adaptarse

El otro día me sentí mal conmigo misma, esos momentos en lo que terminás actuando igual que los demás solo por seguir perteneciendo a un grupo, ese tipo de actitud que casi siempre logré esquivar y siempre detesté fue la que me impulsó a darme cuenta de algo.
A penas pasó lo que pasó - realmente no tengo ganas de explicar bien los hechos, solo voy a decir que fue en un clase de la facultad- volví a mi casa pensando en qué había cambiado yo para actuar de ese modo tan... asqueroso, mientras pensaba y me recriminaba en cada momento ese actuar llegué a la conclusión de que no cambié, sino que me adapté a la situación, es decir que, si actuaba distinto me hubiera sentido mejor conmigo pero hubiera quedado un poco fuera del grupo que me rodeaba por lo que opté lo seguro y me quedé en el grupo tomando la misma decisión que todos y con extraño sabor a derrota dentro mío.
Entonces creo que eso es lo que nos impulsa un poco a todos a tomar algunas decisiones un poco crueles, en algún punto, pero seguras para sí, el hecho de pertenecer y de sentirte parte de algo, logrando no cambiar tu forma de pensar sino haciendo que te adaptes a la forma de pensar o actuar del resto.
Me decepcioné a mí misma, pero es parte de crecer darte cuenta que vos tampoco sos perfecta y actuás siempre según tus convicciones, en vez de eso, aceptás a que veces te dejás llevar por la corriente.

Y finalizás siendo una más en ese lugar que te hace sentir menos bien.

Todo se mezcla

Todo se mezcla. Tarde o temprano, a la tarde o a la noche, con los meses y los años nuestros recuerdos y sentimientos se aglutinan, se compactan en una misma quimera homogénea. 

Nos confundimos, porque lo que era blanco ya no lo es, lo que era negro, tampoco. Las cosas no se deben mezclar, las cosas no deben estar separadas, pero maliciosamente cuando se funden una sola aunque quieras que sea en una pequeña parte, de alguna manera, todo se mezclará. 

Ya no será salado, ya no será dulce, ni amargo ni ácido. Quizás sea un punto medio, quizá sea un error. 

En la mezcla hay problemas, porque no sabes diferenciar, porque no existen diferencias y si las hay son tan mínimas que imperceptibles serán.

Y llorarás, y lloraré, gritaré y nos sentiremos perdidos en esta mezcla que nos junta y nos separa, que nos cambia aunque no queramos.

Ese pequeño tránsito entre que no es café solo, pero tampoco es café con leche. Ese sutil instante en el que hay diferencias, pero luego no se podrá separar.

Todo se mezcla, todo se confunde. Es asqueroso... a veces.

Cumpleaños y deseos

Hoy es mi cumpleaños :D así que salúdenme como corresponde (?).

La historia comienza en 2002, yo quería una torta de Digimon pero por algún motivo obtuve una de Winnie Pooh (al cual también amo aunque no era lo que esperaba).  Pasaron los años, 10 para ser exactos, y ese deseo quedó dentro mío...

Este año, 2012, comenté mi deseo y pensé "¿Por qué no?" es decir, nunca es tarde para cumplir aquello que uno desea, es solo cuestión de ponerse, averiguar e ir por ello. Para mí esta torta no es vergonzosa ni mucho menos, es una muestra de que pude lograr algo que estaba dentro mío muy guardado, un recuerdo, una nostalgia, una molestia con forma de una torta de digimon nunca obtenida, que por suerte, ya superé. Les presento mi tan madura torta de cumpleaños: TARÁÁÁÁN

Así que la última enseñanza que me dejaron mis ya pasados 18 años fue: "Si deseás algo mucho, buscalo y logralo por los medios más justos. Nunca es tarde para cumplir cualquier fantasía"
Puede sonar paradójico que el opening de este animé dijera "...Si tu lo deseas puedes volar, solo tiene que confiar mucho en ti y seguir...", quizá de algún modo, esa canción hizo que yo hoy soplara mis velitas en esta torta, y no en una cualquiera sin la imagen de aquella frustración de la infancia. 

Tirando de un hilo rojo

Siempre me gustó esta leyenda, de alguna forma cuando dejo de creer en el amor, me anima. 

Los japoneses creen que uno se encuentra atado por un hilo rojo en el meñique con su persona predestinada y que ese hilo rojo pero invisible (sí, WTF), más allá de todos los problemas quedará atado en los dedos de ambas personas inexorablemente. He aquí la famosa frase "El hilo puede enredarse o tensarse, pero nunca romperse."

Supuestamente la leyenda nace al descubrirse que la arteria ulnar une al corazón con el dedo meñique, por lo que los meñiques se unen a los corazones haciendo esta idea de un hilo rojo que une sentimientos de amor con otra persona.

La leyenda es la siguiente:

Hace mucho tiempo, un emperador  se entero de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenia la capacidad de poder ver el  hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el  emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que seria su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.

Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: “Aquí termina tu hilo", pero al escuchar esto, el  emperador enfureció creyendo que  era una burla de la bruja, empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente, ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la  cabeza.

Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.

Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.